La tecnología de inyección de plástico cambió la forma en que vivimos. Permite la fabricación de innumerables piezas de plástico y uso diario, innovar continuamente en diferentes industrias, mantener altos estándares de higiene en medicinas y material médico, llevar agua a lugares apartados y mucho más.
También, es verdad, ha generado un fuerte impacto en el medio ambiente. Dada la dependencia que tenemos del plástico es de suma importancia preguntarnos ¿existe alguna solución para hacer sustentable esta tecnología? ¿Podemos seguir utilizando plástico sin deteriorar el medio ambiente?
La tecnología de inyección es fundamental en la fabricación de una infinita variedad de productos. De hecho, se proyecta que el mercado de plásticos fabricados por inyección crezca en un 4.6% al 2028.
Este proceso de producción se distingue de otros por su capacidad para producir piezas de excelente calidad a gran escala y de forma eficiente.
Por su parte, el plástico es un material sumamente moldeable y tiene características únicas que lo hacen el complemento ideal de esta tecnología.
Por estas razones, es imposible pensar en eliminar e incluso reducir la producción de plástico.
Hoy que vivimos ya las consecuencias del calentamiento global y que tenemos un serio problema ecológico, las empresas tienen la responsabilidad social de plantearse cómo responder a esta problemática.
En este artículo te hablaremos de la tecnología de inyección de plástico y de cómo reducir su impacto en el medio ambiente.
1. Una máquina de inyección de plástico. Algunas funcionan con un motor hidráulico, otras con un servomotor y otras son híbridas. Todas tienen 3 secciones:
2. Una resina plástica. Existen diferentes tipos de resinas o polímeros plásticos que son ideales para moldear piezas con características muy distintas, como acrilonitrilo butadieno estireno (ABS), polietileno de alta densidad (HDPE) o polipropileno (PP).
3. Un molde. Se utilizan aceros endurecidos y aceros pre-endurecidos —que son los más resistentes—, aluminio y aleaciones de berilio y cobre.
Es un proceso bastante sencillo que se divide en varias etapas:
Dependiendo del diseño y la complejidad de la pieza, el ciclo puede durar desde unos pocos segundos hasta varios minutos.
La inyección de plástico es la forma más utilizada para fabricar objetos por sus enormes beneficios:
En los últimos 30 años, la producción mundial de plástico se ha cuadruplicado. Sin embargo, apenas el 9% de los plásticos se reciclan. Estos permanecen en vertederos o bien son arrastrados a los mares y océanos, donde se convierten en un peligro para toda la fauna marina.
Eso no es todo. Los plásticos provienen de combustibles fósiles, responsables de la mayor parte de los gases de efecto invernadero y del 25% de las emisiones de CO2 del planeta.
Es responsabilidad de todos, en particular de la industria del plástico y las empresas que lo utilizan, encontrar una forma sustentable de seguir utilizándolos.
Esa solución existe y son las resinas plásticas recicladas.
Estas se obtienen a partir de envases y bienes de consumo masivo que se recolectan de los vertederos. Pueden procesarse hasta 7 veces para alargar su vida útil por muchos años.
Un buen productor de resinas plásticas recicladas como GT+materials ofrece materiales de alta calidad y opciones de pellets con aditivos que permiten a los materiales tener las mismas características de las resinas vírgenes
Actualmente, muchas industrias, como la automotriz, HVAC, electrodomésticos y de empaques, ya usan estas resinas y obtienen grandes resultados. Se han convertido en parte de la solución.
Te invitamos a entrar a la economía circular, un modelo de producción y consumo que implica reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido. De esta forma, el ciclo de vida de los productos se extiende, evitando el desperdicio.